Pero antes hablemos de cosas italianas.
Hace unos días fuimos a visitar Bassano del Grappa, famoso pueblecillo justo en el pie de los Alpes, famoso por su Ponte Vechhio y por su producción de Grappa, un licor para pegarse un tiro de duro que es.
Vista desde el Ponte Vecchio, Alpes al fondo.
Bello y pequeño pueblo, que pillamos en día de mercadillo, por lo cual, como ocurre en España, estaba plagado de puestos ambulantes con mil curiosos, como si de una teletienda en vivo y en directo se tratara. Aparte de ello, 1000000000 [al cubo] puestos de guarrerías achocolatadas y cerdo cocido.
Festival.
Mercadillo
Gente bella de Bassano. Bueno no, de todos lados de España. Y un alemán.
Y como anécdota, iba con la idea de bañarme, pues pensaba que Bassano era donde el Lago Garda.
Y no. No era allí, así que no me bañé. Pero Lago Garda queda pendiente.
Mercadillo
Y como anécdota, iba con la idea de bañarme, pues pensaba que Bassano era donde el Lago Garda.
Y no. No era allí, así que no me bañé. Pero Lago Garda queda pendiente.
Cosas que pasan.
Y nada gentecilla, hoy los amigos se han ido todos a Venecia, y a mi me toca descansar y aprovechar para escribiros, pues mañana a las 5 de la mañana tendré que estar ready to take a train para Bolonia. Y tras ello, corriendo, un aerobus para ir al aeropuerto de dicha ciudad.
Y esperar, esperar a llegar.
¡Ya os contaré mi semana en Polonia! Por ahora, besitos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario